El crowdfunding, el nuevo aliado de la moda
El dinero, el gran dolor de cabeza de muchos. La moda es cara, cualquier tipo de moda lo es. Tommy Hilfiger empezó su firma con tan solo 150$ y ahora su fortuna es de las más elevadas, pero éste quizás no es el mejor ejemplo, pues su imperio es inimaginable para un emprendedor actual.
Ser diseñador o emprendedor del sector de la moda no es tan fácil como parece, ni mucho menos todo son "flores y violas". Confeccionar tu propia colección cuando eres una firma emergente requiere un gran, más bien un grandioso esfuerzo. Incontables horas de trabajo que se convierten en escasas, los días festivos desaparecen y, como muchos diseñadores de moda testimonian, renovar el armario pasa a un segundo plano, pues todo el dinero que se pueda llegar a ganar se dedica a comprar las mejores telas, botones, cremalleras, de todo para poder llevar adelante la colección.
Hoy en día para sacar adelante tu proyecto, no bastan ni 150$, se necesitan mucho más, y a no ser que tengas una varita mágica para producir dinero, existe el crowdfunding. Algunos lo conoceréis, otros no y seguro que estaréis interesados.
El crowdfunding, como el propio nombre dice, consiste en el financiamiento colectivo. Muchos proyectos han nacido gracias a esta iniciativa, tan democrática como la aportación de capital de forma desinteresada obteniendo nada a cambio o un en algunas ocasiones un detalle o el mismo objeto. Campañas de mecenazgo que han resultado ser todo un éxito son ejemplos como el spin-off de la serie Veronica Mars, la videoconsola Ouya o el reloj Pebble, el smartwatch capaz de conectarse con tu móvil.
La moda, desde hace unos años se está aprovechando –en el buen sentido de la palabra- de los beneficios del crowdfunding, es más esta iniciativa atiende las demandas críticas de la moda, es su gran aliado.
Las campañas de mecenazgo en este sector pueden adoptar distintas finalidades o funcionamientos. Muchos diseñadores quieren crear su propia marca –como anteriormente hemos comentado- pero esto requiere mucho dinero y algunos recurren al crowdfunding para obtener el capital suficiente para lanzar su marca.
Otra opción que cada vez tiene más éxito entre las pequeñas marcas es el financiamiento de colecciones, consiste en presentar los prototipos, los mecenas, en este caso también cliente finales, hacen una pre-order con su aportación y si se supera el mínimo, la colección se produce.
También muy parecida a la anterior, es ésta, donde la conexión entre el diseñador y el cliente (o mecenas) es más directa. El mecenas plantea un diseño para una camiseta y si gusta al diseñador y encaja en la marca, se genera la campaña de mecenazgo, y tanto el mecenas como el diseñador comparten ganancias.
Y por último, y como avanzábamos la semana pasada en el post, existen las campañas de crowdfunding con una finalidad humanitaria. Como la iniciativa de Mirror in the Sky, que tras el terremoto de Nepal, empezaron una campaña en Indiegogo con el fin de ayudar tanto a la población como a financiar su proyecto. Mediante la venta de una edición limitada recogen dinero para los más afectados y una pequeña parte para la formación de su marca.
